
Más de una vez hemos comentado lo importante de una buena iluminación en cualquier proyecto de interiorismo o decoración. A través de ella se crean ambientes, atmósferas específicas, y se consigue, por supuesto, la visibilidad adecuada a cada caso y a cada estancia en particular. No es igual la iluminación que requiere un dormitorio, que un despacho o un baño, por ejemplo. Pero sé (de hecho, más de uno y de una nos los habéis comentado a través de nuestra asesoría online en decoración e interiorismo) que muchas de las viviendas actuales -construidas generalmente «en masa»- pecan de un deficiente proyecto de iluminación. La realidad es que, salvo contadas excepciones, no se presta la suficiente atención a esta partida y, a no ser que vosotros mismos hayáis buscado un diseño específico y a medida en el momento de la obra, se encuentran soluciones estándar que no valen igual para todas las casas, ni para todos los estilos de vida.
Entre los defectos y errores más frecuentes a nivel de iluminación que muestran la mayoría de viviendas actuales están las siguientes: un único punto de luz por estancia y una ubicación central del mismo que luego, claro, no tiene por qué coincidir con el amueblamiento. Pues bien, si este es vuestro caso, vaya por delante que la mejor de las soluciones sería re-diseñar el programa de iluminación de la vivienda, con la inversión y obra que eso conlleva. Ahora bien, si por el momento no podéis hacerlo… ¡que no cunda el pánico! Podemos aplicar algunos trucos para conseguir que la iluminación de casa sea mayor y mejor en todos los sentidos.
Truco 1: multiplicar el punto de luz
Si en vuestra casa tan solo contáis con un punto de luz por estancia (o dos a lo sumo) y esto os resulta insuficiente, podéis:
- Colocar una luminaria con varios brazos o cabezas. Automáticamente se multiplicará la luz.
- Sacar varias luminarias distintas de un sólo punto de luz. En forma de racimo o bien, en forma de araña. Esta última opción es por la que nos decantamos en mi casa a la hora de iluminar nuestro dormitorio.
Truco 2: desplazar el punto de luz
Si vuestro punto de luz no lo tenéis exactamente dónde lo necesitáis, también hay remedio sin necesidad de obra. Dos opciones:
- Dejar el cable visto haciendo una onda con él desde el punto en el que nace, hasta el punto en el que queréis anclarlo para que quede suspendido. (También hecho en nuestro dormitorio)
- Colocar luminarias en riel. Permiten ser desplazadas de un lugar a otro del mismo. Es una solución la mar de flexible que os dará respuesta en diferentes situaciones.
Truco 3: flexibilizar el haz de luz
Al igual que las luminarias en riel (que nos aportan esa flexibilidad y capacidad de adaptación que siempre viene bien), también podemos apostar por luminarias de brazos articulados, del tipo de la que nosotros hemos puesto en nuestro salón, por ejemplo. Estas permiten dirigir el haz de luz hacia una dirección u otra aunque estén ancladas a una toma fija. Es una solución especialmente útil para las tomas de luz que nacen de la pared. Además, para estos casos, también se pueden elegir apliques de varios brazos e incluso recurrir al truco del cable visto para mover las luminarias en cuestión dónde más convenga e, incluso, llevarlas al techo.
Truco 4: jugar con los tipos de bombillas
Importante este punto también. Jugad con la calidez y cantidad de luz que ofrecen las diferentes bombillas para conseguir el tipo de iluminación que queréis. Sobre esto, Martín (el súper colaborador que se pasa una vez al mes por este blog en su sección «Con acento técnico«) nos habló largo y tendido hace no mucho. Os recomiendo el post.
Truco 5: añadir luminarias de pie y de mesa
Por último,pero no menos importante, este otro recurso esencial. A falta de luz general, añadir luminarias extra en una estancia es siempre una gran idea. Ya sean de pie o de sobremesa. Si las podéis conectar a la instalación general para que se enciendan desde el propio interruptor central, pues mucho mejor. Eso es precisamente lo que nosotros hemos hecho con la Cestita que hace no mucho llegó a casa. Por no hablar, claro, del punto decorativo extra que este tipo de luminarias añaden a cualquier espacio si se eligen adecuadamente.
Y vuestra casa, ¿es de las que también tiene algún problema de iluminación? ¿cómo lo habéis solucionado?
8 marzo, 2017
Alde
Mi casa no es que tenga algún problema de iluminación sino que ese es su principal problema. Está orientada al norte y nunca le da el sol.
En el salón hay una ventana grande y es donde mejor se está pero aún así se nota oscura. Como los techos son bajos y no tengo cableado por las paredes (y no puedo hacer obra por estar de alquiler) pues solo tengo dos plafones algo deos en el techo pero me gustaría añadir alguna lámpara como la cestita que tienes y quizás desplazar uno de los cables del techo para que coincida con la mesa de comedor y así darle algo de estilo a la sala con otro tipo de lampara. Me apunto eso de hacer una onda con el cable.
También he pensado en poner algun espejo que refleje la Luz natural pero no sé hasta qué punto podría funcionar. Y además pintare las paredes de colores claros porque ahora mismo son bastante oscuras (aunque elegantes).
En las habitaciones si que tengo problemas de verdad ya que su único punto de luz es un patio interior y no son salas muy grandes. Ahí supongo que la única solución es apechugar con La Luz del techo y la lámpara de la mesilla.
Se agradece el artículo, en la mayoría de revistas y webs no es habitual hablar de las casas donde la luz natural es escasa.
8 marzo, 2017
Bea Atienza
Hola Alde!
Pues me alegro mucho que te haya parecido interesante y útil el post. En cuanto a los problemas que planteas, te aseguro que son más comunes de lo que crees. Las soluciones que comentas son muy acertadas, así que te animo a seguirlas. Además de los trucos que he mencionado en el post, la idea de colocar espejos y de apostar por colores claros en las paredes son otras dos formas de seguir potenciando la luz.
Un abrazo.