Hay diferentes factores por los que un proyecto de interiorismo y decoración puede llamar especialmente la atención. Puede ser por su originalidad, su elegancia, su sutileza… En este caso, sin duda, diría que esta vivienda ha captado rápidamente mi interés, sobre todo, por su atrevimiento. Me parece un buen ejemplo del impactante resultado que se puede obtener en cuanto a diseño se refiere si también somos capaces de salirnos de las tendencias y atrevernos a mezclar y a apostar por colores, texturas y piezas únicas y diferentes. Todo ello es lo que se ha hecho en este apartamento holandés (¡Amsterdam, pero qué bonita eres y cómo me gustas!) de 68 metros cuadrados. Resumo en los siguientes tres puntos lo que me parece más interesante:

1 | El mobiliario y estilo. Piezas únicas, de diferentes estilos, que parecen en algunos casos hasta pequeños tesoros y que -además- son en su mayoría flexibles. El mejor ejemplo: el de la hamaca del salón. En una foto está, en otra no. En función del momento y las necesidades, la instalas o la guardas. La alfombra, las butacas, el espejo antiguo y grande… Todo aporta un color y unas texturas que contrastan con la ligereza y las líneas más contemporáneas de otras como las mesas, las sillas o las camareras. El estilo en sí es ecléctico, pero con una esencia fuertemente bohemia.

2 | La distribución. En mi opinión, la mar de interesante. Sobre todo porque se ha apostado por integrar la zona de descanso dentro del propio salón. Si os fijáis, se ha hecho de una forma suficientemente discreta aunque, a la vez, impactante y con carácter. Unas escaleras proyectadas a medida con madera contrachapada dirigen los pasos a una especie de altillo en el que se ubica la cama. Debajo queda el hueco perfecto para el diseño de un armario con bastante capacidad. Eso sí, solo si prestas atención se percibe el conjunto integrado en el salón. Mirado en paralelo a los dos ventanales principales casi ni se aprecia que ahí, algo escondida, está también la zona de noche.

3 | El color. Acostumbramos a ver habitualmente casas y hogares de todo el mundo con sus paredes y revestimientos pintados de blanco o, en su defecto, de colores neutros y discretos. Si no, como mucho, con uno o dos paños más llamativos o con algún papel pintado que rompa la armonía general. Pues bien, aquí tenéis el ejemplo perfecto de hacer exactamente lo contrario. Salvo los techos, ningún otro paramento es de color claro. Se ha optado por el color negro y verde olvida para las paredes de todas las estancias. Combinan perfectamente con el suelo añejo de madera y, lejos de ofrecer una sensación «siniestra» o claustrofóbica del espacio, aportan una toque elegante y señorial que marida a la perfección con los elementos estructurales con los que cuenta el piso: moldurasy chimeneas.

Y a vosotros, ¿os gusta? ¿Qué es lo que más os llama la atención del proyecto? (Via)

P.D. Por si visitáis Amsterdam y queréis un alojamiento en la ciudad también estupendo.

4 Comments

  • 18 abril, 2017 Responder

    Rosa

    Es fantástico el apartamento. Hay que tener las ideas muy claras y tener muy buen gusto para hacerlo de esta forma pero el resultado es muy bueno. El baño me encanta y el salón.

    Aunque la decoración parece como si la hubieran modificado para la foto, esa planta delante de la TV y que el sofá no esté en frente de la misma… y la cocina me da que no la usan mucho porque me faltan armarios y utensilios.

    • 19 abril, 2017 Responder

      Bea Atienza

      Cosas del estilismo Rosa. Al final es verdad que algunos elementos se mueven, añaden o quitan para las sesiones de fotos. Pero sí, en general el estilo del apartamento es impactante y arriesgado.
      Un abrazo.

  • 20 abril, 2017 Responder

    Canela y naranja

    ¡Se me enamora el alma!

    • 21 abril, 2017 Responder

      Bea Atienza

      Jejeje… La verdad es que este apartamento te pega mucho!
      Un abrazo.

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