
Lejos de lo que pueda parecer, las decoraciones nórdicas me apetecen más o menos según épocas. Sus cánones tan característicos, lo que éstos transmiten y lo mucho que este estilo se ha llevado (y se sigue llevando) hacen que mi cuerpo me pida ver viviendas con este look en épocas, por ejemplo, en las que el estrés regresa a mi vida con fuerza. Y de entre todas por las que navego, encuentro siempre alguna que me gusta especialmente. Esta de la zona de Aspudden, en Estocolmo, es el caso. No sólo por su decoración sencilla y a compás en cada rincón de la casa, en la que destacan por su color los estupendos sofás azules del salón. También por la morfología en sí misma de la vivienda. Techos inclinados, ángulos, rincones… y, sobre todo, me encantan sus grandes y profundos ventanales con alféizar y la división en cuadrícula entre cocina y dormitorio principal que fomenta, aún más, el paso de la luz natural.
¿Qué os parece? ¿Os gusta? (Via)
19 septiembre, 2017
Juanma
Muy buena forma la de decorar de esta forma un hogar para un breve periodo de tiempo.
27 septiembre, 2017
Dominika
Me encanta!!!
27 septiembre, 2017
Bea Atienza
Me alegra. Gracias por pasarte y expresarlo. 🙂