
Hola de nuevo amigos y amigas de Mi casa no es de muñecas. Por alguna extraña razón que mi pequeño cerebro no acaba de comprender, Bea ha decidido publicarme otro artículo. Bromas aparte. Aunque ella ya publicó hace un tiempo un post inspiracional sobre el tema, yo voy a hablaros en este de todo lo que tenemos que tener en cuenta si estamos pensando en instalar un suelo hidráulico en casa y qué alternativas existen.
Voy a empezar por deciros por qué realmente se llama baldosa hidráulica. Su principal componente, que hace de conglomerante, es el cemento hidráulico tipo Portland, que es el cemento que se emplea en construcción. Y decimos que es hidráulico porque endurece cuando lo mezclamos con agua, a diferencia de los materiales cerámico que endurecen por cocción. El terrazo, el hormigón pulido y las baldosas grises de aspecto triste que encontramos en muchas aceras de las calles o en rampas de garaje (que algunos confunden con adoquines), también son suelos hidráulicos. Aunque en interiorismo y decoración cuando hablamos de baldosa hidráulica, nos referimos a esa en la que todos estáis pensando.
La baldosa hidráulica se presentó en la Exposición Universal de París de 1867, por la empresa Garret, Rivet y Cía. Con el modernismo alcanza su expresión más artística y a mediados del siglo XX cae en desuso porque presenta algunos inconvenientes que debemos considerar a la hora de decidirnos por este tipo de suelo. Entre ellas, su porosidad, que hace que sea poco resistente a las manchas y a la suciedad. Tradicionalmente, para tratarlas, se ha recurrido a la cera, que además resalta los colores y le confiere un agradable brillo satinado. En la actualidad disponemos de productos selladores que cierran el poro y protegen las baldosas sin alterar su coloración. Se aplican después de la instalación del suelo cuando está perfectamente limpio y seco. Después aplicaremos una cera que habrá que reponer periódicamente si queremos conservar el suelo en perfecto estado. Para su limpieza debemos utilizar jabones neutros, evitar productos ácidos o alcalinos, y añadir cera líquida al agua de fregar.
Otro de los inconvenientes es que, con el tiempo, las baldosas tenían tendencia a quedar sueltas y moverse. La baldosa hidráulica se instalaba extendiendo una capa o cama de arena, sobre la que se extendía otra capa de mortero de cemento de consistencia semi-seca que se nivelaba y sobre la que se colocaban las baldosas antes de que fraguara el mortero. Las baldosas debían humedecerse previamente para evitar que absorban el agua del mortero y no impidieran la correcta hidratación del cemento. Si el mortero había empezado a fraguar en el momento de colocar la baldosa, o no estaba bien hidratada, no quedaban adheridas adecuadamente y con el tiempo quedaban sueltas. Ahora, lo habitual es colocarlas sobre una solera de mortero de cemento y una vez seca, aplicamos un material de agarre, cemento cola, con una llana dentada, para que los surcos permitan su correcta nivelación. De esta forma aseguramos su adherencia y no es necesario humedecer previamente la baldosa.
Podemos colocar la baldosa hidráulica sobre un suelo existente, siempre y cuando sea resistente y estable. No es recomendable instalarlas sobre madera. Las tarimas, parqués, suelos vinílicos, etc. se suelen colocar sobre solera de cemento por lo que, si los retiramos, eliminamos los restos de pegamento y las saneamos, pueden ser una base adecuada para colocar la baldosa hidráulica. El material de agarre que utilicemos tiene que ser adecuado también a la base sobre la que coloquemos la baldosa. Hay que tener en cuenta que la baldosa hidráulica y el material de agarre harán que el suelo suba unos dos centímetros en el mejor de los casos, lo que creará un incómodo desnivel con el resto de los solados, difícil de disimular con un tapajuntas, y que seguramente hará necesario cepillar las puertas. Así que sería conveniente en cualquier caso retirar el solado dejado al descubierto la solera base.
Como veis, además de su elevado precio, la instalación de un suelo de baldosa hidráulica decorativo, plantea ciertas complejidades técnicas que hay que resolver antes de decidirnos por su instalación.
¿Y qué alternativas tenemos?
Si podemos renunciar a lo auténtico, el presupuesto no acompaña o no podemos dedicarle el tiempo necesario para su correcto mantenimiento, podemos recurrir a la baldosa cerámica de imitación. Su aspecto es casi idéntico, indistinguible para la mayoría de los profanos una vez instalado. Su precio es económico, su instalación presenta menos inconvenientes y no necesitan apenas mantenimiento para conservar su aspecto en perfectas condiciones.
Otra alternativa rápida, barata y que podríamos instalar nosotros mismos, son las baldosas vinílicas autoadhesivas. Cada baldosa se coloca independientemente para poder elegir la disposición que más nos guste y su instalación en paredes o incluso en techos es sencilla. Que su aspecto sea lo suficientemente convincente y se adapte a vuestras necesidades es una cosa que deberéis decidir vosotros mismos.
En cualquier caso, si queremos colocar una baldosa hidráulica o sus imitaciones, deberemos hacer un replanteo previo de nuestro diseño, para evitar sorpresas, sobre todo si queremos una disposición tipo alfombra, con faja perimetral y cenefas. Prever todas las posibles faltas, cortes y tener en cuenta los descuadres de la estancia. Una faja perimetral lisa nos ayudará a disimularlas. También existen en el mercado alfombras hidráulicas, que en realidad son de PVC. Estas imitan el aspecto del suelo hidráulico tradicional y su instalación en tan sencilla como la de cualquier alfombra. Espero que con todo lo que os he contado estéis más preparados para elegir el tipo de suelo que más se adapte a vuestras necesidades. Hasta el próximo artículo, si Bea quiere.
Y por cierto, podéis seguir todos los post de mi sección «Con acento técnico», desde aquí.
Martin Mora Contreras Ingeniero de Edificación-Arquitecto Técnico Especialidad en Gestión de Patrimonio Construido-Facility Manager Master en Gestión de Proyectos-Project Manager Master en Dirección de Empresas MBA Técnico en Diseño Asistido por Ordenador
3 marzo, 2017
Servicolor
Un artículo impresionante que despeja muchas dudas. ¡Deseando leer el siguiente!
3 marzo, 2017
Bea Atienza
Gracias. Nos alegra!
3 marzo, 2017
Alde
Muy buen artículo. Se agradece especialmente que hables de las complicaciones, algo que se suele echar de menos cuando se habla de este tipo de instalaciones.
3 marzo, 2017
Bea Atienza
Buenas Alde, es que Martín es un crack de todo esto. Nos alegra que te haya parecido útil el enfoque. Eso pretendíamos.
Un abrazo.