
¡Y tanto que para la creatividad, ¿verdad?! Desde luego a mi me la despierta totalmente. En este edificio neoclásico de 1835 decorado -bajo mi punto de vista- con un gusto y criterio exquisito… ¡todo es posible! Una vez más se demuestra que el nivelazo de los daneses en estos asuntos (en este caso del estudio de Helle Flou)… ¡es muy muy complicado de alcanzar! Si alguien pensaba que las molduras doradas o las puertas palaciegas no casaban bien con una decoración de lo más contemporánea, le invito a que se pierda entre estas paredes, aunque sea… (¡y qué pena!)… de forma virtual.
Siendo a veces más clásico, a veces más contemporáneo y danés… para mi el éxito de este estupendo proyecto está -precisamente- en su equilibrio. Un lado no pesa más que el otro y gracias a eso se consigue una atmósfera armónica, inspiradora, relajada y -ante todo- elegante. Muy elegante. ¿Estáis de acuerdo conmigo? (Libres sois, por supuesto, de expresar lo contrario, ¿eh?)
25 septiembre, 2014
Noelia
Muy muy de acuerdo! Han sabido sacarle buen partido a la belleza del edificio. Además, las imágenes me transmiten una sensación de calma y tranquilidad… debe ser un placer trabajar ahí… ¡quién pudiera!
25 septiembre, 2014
Bea Atienza
Absolutamente! El rendimiento seguro que se triplica! 🙂