
Hace no mucho hablamos de una de las últimas tendencias en cocinas: el uso de los colores verdes, azules, negros y grises para el diseño de su mobiliario. Cualquiera de estos tonos es más arriesgado y potente que el clásico blanco al que solemos estar acostumbrados, pero… ¿y qué pasa si nos decantamos por un camino intermedio? ¿Por combinar cualquiera de esos tonos profundos y fuertes con otro más básico y discreto? Pues que el resultado… ¡a mi me encanta! Mirad que cocinas más atractivas nacen de esta unión. Normalmente, eso sí, se suele aplicar el color más oscuro en los muebles inferiores, mientras que el más claro se reserva para los superiores. ¿El motivo? Pues que visualmente las tonalidades más ligeras, que menos peso tienen, funcionan mucho mejor en las zonas altas, «apoyándose» sobre las más intensas u oscuras que, a su vez, parecen ofrecer un suelo visual mucho más sólido y seguro. Es sencillamente una cuestión de sensación óptica y de bienestar a la hora de percibir el conjunto, como sucede si se aplican ciertos trucos de estilismo a la hora de decorar un espacio. Y os aseguro que, en este caso, invirtiendo los colores de posición, la impresión sería completamente otra.
¿Qué os parecen estas cocinas con mobiliario a dos colores? ¿Las pondríais en casa?
P.D. Otra tendencia en la cocina.
P.D2. Encimaras de cocina. ¿Qué opciones tenemos?
P.D3. Una forma de renovar al cocina sin hacer obra. Y, si decidís hacerla, cinco elecciones básicas que debéis tener en cuenta.
2 octubre, 2017
Servicolor
Quedan genial, ¡nosotros sí lo haríamos!
2 octubre, 2017
Bea Atienza
A mi también me lo parece. 🙂
2 octubre, 2017
Marta B.
Me encanta la combinación madera-blanco, gris-blanco y verde agua-blanco… No me importaría, vaya!
2 octubre, 2017
Bea Atienza
La verdad es que los módulos de arriba en blanco combinan a la perfección con cualquier otro color para los de abajo, ¿verdad?
Un abrazo.