
Dicen de él, del búho, que representa como ningún otro animal el conocimiento intuitivo, la sabiduría y la reflexión. Sus grandes ojos siempre despiertos, su agudo oído y su capacidad de girar la cabeza casi 180º le convirtieron en la antigüedad en un ser relacionado con los sueños, la percepción y la capacidad de alertar sobre cualquier peligro. Para muchos sigue siendo hoy en día un gran talismán… y ahora se está convirtiendo, también, en una tendencia decorativa en casa. Mirad…
En estampados, en papeles, en esculturas, en láminas, en cuadros… sea como sea si el búho nos trae a casa todo con lo que se le asocia desde antaño… por mi… ¡que bienvenido sea!
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