
En verano sobre todo y, en ciudades especialmente calurosas (como Madrid, en la que yo vivo) más aún, cuesta muchas veces conseguir que el aire que respiramos en casa sea ligero y refrescante. Las olas de calor que atravesamos hacen que este pueda resultar hasta sofocante, ¿verdad? Pues bien, para luchar contra esto en la medida de nuestras posibilidades, aquí van una serie de consejillos o trucos que nosotros, al menos, procuramos aplicar en nuestro hogar. Porque la calidad del aire de un espacio es también síntoma de habitabilidad, confortabilidad y salud del mismo y, por tanto, de todos sus habitantes.
1 | Ventanas abiertas (o no)
Esto depende de dónde viváis exactamente, porque en las últimas semanas al menos, quienes estamos en Madrid, bien sabemos que si el objetivo era refrescar y airear la casa lo último que había que hacer era abrir las ventanas. 🙂 En cualquier caso, como el sentido común siempre manda, si en la zona en la que vosotros viváis refresca, dejad que entre el aire y abridlas de par en par. Sobre todo por la noche, que es cuando el aire más oxigenado entra y la forma de empezar el día en un ambiente renovado y fresco.
2 | Conductos y filtros del aire limpios
Esto, para quienes tengamos la suerte de tener aire acondicionado en casa. Es muy importante que cada año, con el inicio de la primavera, limpiemos los conductos del aire y un técnico revise o cambie los filtros del aparato. De esta forma os aseguraréis de que el aire que sale por vuestro split o por las rejillas de la instalación es de calidad y está libre de polvo, partículas y porquería varia.
3 | Evitar perfumes o ambientadores fuertes
Aunque muchas veces os he animado a perfumar vuestra casa (en la mía lo hacemos), también os digo que en las épocas de tanto calor como en verano es casi preferible evitarlo. Al menos, con olores o fragancias que sean excesivamente fuertes e intensas. Esto, lejos de lo que pueda parecer, sólo recargará más la atmósfera y provocará que respiréis peor e, incluso, que os lleguéis a marear si hace mucho calor.
4 | Hazte con un purificador o humidificador
En lugares especialmente secos (de nuevo, como en Madrid) es bastante recomendable hacerse con un purificador y/o un humificador de aire. Invertir en uno de estos aparatejos pequeños que tampoco ocupan demasiado ayudará a que el ambiente de las estancias sea más fresco, más húmedo y que -por tanto- todas las partículas circulen mejor. Os aseguro que notaréis la mejoría hasta en la nariz.
5 | Apuesta por las plantas
He aquí unos aliados perfectos para conseguir que el aire y el ambiente de casa sea mucho más sano. Las plantas aportan oxígeno allá dónde estén. Tampoco consiste en que convirtáis vuestra casa en el Amazonas, pero sí es cierto que si ponéis un grupo de plantitas juntas, en la misma zona, se retroalimentarán entre ellas y harán su trabajo incluso mejor.
6 | Cambia sábanas y textiles
Con más frecuencia de la habitual, quiero decir. Esto dará una sensación extra de limpieza y ligereza al ambiente y dormir será algo más fácil y agradable por mucho que apriete el calor. Hace poco os comenté, al respecto, los rituales que suelo seguir antes de irme a la cama para lograrlo.
Y vosotros, ¿tenéis algún otro truco o consejo para purificar el aire y el ambiente de casa? Como siempre, me gustaría saber.
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