Crea pequeños jardines improvisados y sencillos. Cualquier espacio exterior, por limitado que sea en su tamaño, puede convertirse en un espacio verde relajante…

Eso sí, antes de elegir las plantas y flores para dar forma a tu jardín… ten en cuenta éstos factores:

– Simplicidad. Es esencial, sobre todo en espacios reducidos. Mide bien el espacio y desarrolla un par de ideas sencillas. Un jardín pequeño y abarrotado suele dar la sensación de vivero descontrolado. Piensa en un par de puntos de interés… y déjales espacio para que luzcan.

– Elementos que unifiquen. Desde un tipo concreto de plantas o flores, hasta un material tan útil para la jardinería como la madera… o una paleta relativamente limitada de superficies o acabados.

– En qué lugar da más luz y en cual sombra. En los rincones más soleadas coloca zonas para sentarse y las plantas que necesiten más sol.

– Condiciones del suelo. Si no es orgánico… y sólo dispones de una terraza… puedes optar por poner tierra y plantar en recipientes. Es fácil y barato. La jardinería en tiestos suele ser lo más recurrido para los espacios pequeños.

– Protección. Ten en cuenta si el viento sopla con fuerza contra tu jardín improvisado. Si es así, puedes utilizar vallas, celosías y otro tipo de barreras para proteger las plantas más delicadas.

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