
Este viernes os traigo una solución sencilla y original para convertir una habitación en dos. Es una opción necesaria y útil, muy especialmente en este caso: una habitación de matrimonio que, cuando llega un nuevo miembro a la familia, acaba convirtiéndose también en una habitación de bebé. Al menos durante los primeros meses. Pues bien, a través de esta sencilla intervención -una librería de media altura junto con una división en cuadrícula o cualquier otro tipo de separador translúcido encima- se puede aprovechar así de bien el espacio, separándolo, definiéndolo y creando cierta privacidad.
Y así era el antes…
¿Qué os parece esta solución? ¿Tenéis alguna parecida en vuestra casa? (Vía)
19 marzo, 2016
Ana Samper
Pues me ha encantado la propuesta la verdad, muy practica y decorativa