
¿A quien no le gusta una buena hamburguesa, verdad?… ¡Y más si el local en el que disfrutas de ella acompaña, envuelve y ambienta de esta manera! El proyecto que hoy os traigo es sabroso en todos estos sentidos. Se trata de la reforma, el antes y el después, de una hamburguesería gourmet situada en la localidad de Mataró (Barcelona). El estudio Blanco Azabache -formado por Alex y Carmen- lo ha levantado con gusto, mimo y todo tipo de detalles en lo que era un antiguo taller de zapatos que estaba abandonado. ¡Pasen y vean, porque os aseguro que es para no perdérselo!
De estética retro industrial, esta hamburguesería cuenta con cuatro salones, zona de entrada y una zona infantil. Lo que era una finca sin vida, fría, llena de humedades y problemas técnicos se ha convertido ahora en un espacio íntimo, con una atmósfera cálida, que respeta lo que la arquitectura original transmitía y que engloba y unifica una secuencia de áreas que aportan sensaciones diferentes, pero que se han sabido relacionar entre sí a través de su función y estética. Este ha sido el objetivo principal del proyecto y la esencia con la que este joven equipo de interioristas ha levantado El Quiosc de Can Carreras, como explica el propio Alex.
Y como en toda buena receta, en un proyecto de interiorismo de esta envergadura los ingredientes y la forma de combinarlos también es esencial. En este caso, los aspectos que han determinado el resultado final son varios. Para empezar, como señala Alex, «los materiales nobles que se han utilizado (madera maciza, hierro, cemento pulido, piedra…) y que han servido como elemento unificador en todo el espacio». También, claro está, «el mobiliario de estilo industrial con especial atención a una iluminación en lámparas bajas y luces cálidas » y, aderezando todo ello, remata, «el cuidado especial que se ha prestado a los detalles. Por ejemplo, los mini terrarios de cristal que cuelgan de la bóveda mediante cuerdas de cáñamo y que suavizan el aire tan industrial del ambiente; las frases diseñadas como slogan y fabricadas por un herrero artesano en acabado ligeramente oxidado que están ancladas en la pared; la diversidad de los mosaicos de las tres alfombras que delimitan los espacios principales…»
Todo ello, desde el inicio hasta el final, ejecutado en tres meses. Inicialmente se tuvieron que solucionar conflictos de humedad al estar situado el local en una planta baja del casco antiguo de un municipio. La mayor parte de las paredes se han trasdosado en pladur, los techos de bóveda de cañón se han limpiado y barnizado; una semana de trabajo íntegra ha sido para la aplicación del cemento pulido que ha unificado todo el área de pavimentos, se ha abierto una ventana panorámica a la zona de cocina… Estos, entre otros factores -como comenta el interiorista- han marcado la duración del proyecto. ¡Y ha merecido la pena, ¿verdad?!
Este ha sido todo el proceso de un proyecto que a mi, personalmente, me parece sobresaliente. Enhorabuena a Blanco Azabache por lograr que otro de los espacios que nos rodean nos hagan la vida más confortable, inspiradora y bonita.
Si queréis visitar el local, disfrutar de sus salones y ambientes y -además- de una deliciosa hamburguesa podéis hacerlo en la C/ Cuba 22 de Mataró, Barcelona. ¡No me digáis que todo en él no es más que sabroso!
13 mayo, 2014
Aires de Decoración
ESPECTACULAR reforma !!! Me ha gustado absolutamente todo … Genial decoración, encantadores rincones y cuidados detalles … Si algún día paso por Mataró, será visita obligada!
Un saludo,
Mònica
Aires de Decoración
13 mayo, 2014
Bea Atienza
Totalmente de acuerdo Mónica. Visita obligada para mi también!!
Un abrazo.
13 mayo, 2014
Mapi
Que pasada!!! no le falta detalle! El rotulo del acceso es muy chulo! Todo en perfecta consonancia. Besos!
13 mayo, 2014
Bea Atienza
Verdad que sí, Mapi?! A mi también me parece un proyecto sobresaliente. 🙂
besos.