
Kim Verbist es la diseñadora que está detrás de este proyecto. Un apartamento de 180 metros cuadrados ubicado en Bruselas que, tras una reforma integral, luce una estética muy de los años 70. De una distribución anticuada en exceso compartimentada (con siete dormitorios), se ha pasado a un espacio diáfano y abierto en su mayor parte en el que impera la sensación de amplitud y luminosidad. Para ello, además de conectar estancias y zonas, se ha trabajado con espejos y pintura blanca como el mejor telón de fondo posible sobre el que hacer resaltar los elementos decorativos de aire retro.
La presencia de materiales nobles recuperados (como la tarima de espiga del suelo, el hormigón visto del techo y las baldosas hidráulicas de la cocina) hacen de esta vivienda una aún más especial si cabe. Me quedo también con algunos de sus detalles decorativos estrategicamente planteados: la colección de botellas azules de la estantería de obra, los textiles arabescos y vintange o la repetición de figuras animales decorativas que sorprenden en estancias en las que poco se las suele ver, como por ejemplo, el baño.
¿Qué os parece la reforma y la decoración de este apartamento?
10 febrero, 2017
Gloria Conde
EL baño, la alfombra del pasillo, la vitrina colgante del salón, el techo de madera…todo??? No, si me fuera a vivir a este piso cambiaría toda la decoración del dormitorio, no me gusta nada. Pero bueno, si me lo regalan no le pongo ninguna pega, je, je. Me encanta.
10 febrero, 2017
Bea Atienza
Jejeje… Para gustos colores, Gloria. El dormitorio es lo más «arriesgado», eso sí. Pero yo le veo el puntito, fíjate.
Gracias por pasarte y compartir tu opinión.
Un besazo!