
El estudio Tristán Domecq Interiorismo ha sido el responsable de este magnífico trabajo de restauración y decoración de un piso céntrico de Madrid, ubicado en un edificio de finales del siglo XIX. Sus 85 metros cuadrados han sufrido una reforma completa, aunque respetando la esencia original de la arquitectura clásica que lo envuelve. Elementos originales que se encontraron en la vivienda, como las baldosas hidráulicas o los suelos de madera en espiga, se han mantenido aunque reubicándolos en otras zonas. Materiales nobles como esos se han completado con otros como el microcemento para los suelos de cocina y pasillo o la pintura hecha con aceites para techos y paredes. A nivel de distribución es dónde más cambio se ha producido en esta casa. Los tabiques que la compartimentaban se han demolido para potenciar los espacios conectados entre sí, una visión contemporánea en cuanto a forma para un hogar que a nivel decorativo -eso sí- luce piezas de corte más bien clásico, con algún punto o elemento de estilo retro que provoca un bello contraste.
¿Lo que más me gusta de todo?… El sofá azul petróleo de terciopelo, ficus tamaño XXL del salón y el espejo envejecido tras el fregadero de la cocina.
Y a vosotros, ¿qué es lo que más os ha llamado la atención de esta vivienda? (Via)
P.D. Otro de esos proyectos decó que han robado parte de mi alma.
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