
En Fire Island (al sur de Long Island, Nueva York) se encuentra esta vivienda (que he visto en The Maryn) construida sobre pilotes, conectada con el resto de sus casas vecinas a través de canales sobre el agua y de atmósfera, diría yo, entre lo vintage, lo country y hasta lo mediterráneo con toques navy. Reúne en pocos metros cuadrados lo mejor de todos estos estilos, consiguiendo ofrecer a sus propietarios un ambiente relajado, lleno de luz y de paz. A pesar de estar ubicada en Estados Unidos, esta casa me recuerda más bien a las europeas, con ese sabor añejo y hogareño que destila a la vez elegancia y carácter. El color blanco de la mayoría de sus paredes y techos aportan ese look escandinavo y sereno que se acentúa, también, con los muebles y piezas en tonos naturales y predominantemente de madera. Otros materiales naturales, como las fibras, dan dimensión y textura al conjunto.








¿Qué os parece? ¿Os gustaría pasar en esta casa una temporadita?
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