
Vale, de acuerdo… a lo mejor peco de poca originalidad con el titular de este post, pero es que no me he podido resistir. Es lo que tiene dedicar la publicación de hoy a un tipo de pavimento atrevido, cargado de personalidad, y que se inspira en los tableros de ajedrez. Hablo de los suelos damero, a los que tengo especial cariño porque me recuerdan a mi infancia. Mi madre los tiene en su casa y siempre que los veo me invade una sensación tremenda de familiaridad y protección. Por eso, ya era hora de que les reservase un huequito en este blog, ¿no creéis?…
Desde luego, no son una apuesta sencilla. Este tipo de revestimiento, que vuelve a pegar con fuerza, acapara todo el protagonismo de la estancia en el que se coloca, con lo que acertar con el mobiliario se vuelve -si cabe- más necesario. Piezas discretas, en tonos neutros y con cierto aspecto vintage o más clásicos serán un acierto seguro sobre esta base de damero.
Verlo en cocinas y baños es lo más frecuente, pero tampoco son los únicos escenarios posibles. ¡A mi me gustan en prácticamente cualquier estancia de la casa!
Y aunque es cierto que en blanco y negro es la fórmula más común de aplicarlos, también existen otras posibilidades.
Lo que está claro es que los suelos dameros te tienen que gustar, y mucho, para decantarte por ellos. ¿Es tu caso?
16 mayo, 2014
Casa de Locos y Low Cost
Qué guay Bea! Me gusta y mucho! porque como te pasa a tí en casa de mis padres también hay un amplio baño con suelo damero en blanco y negro! Ya lleva más de 20 años ahí y siempre me resulta actual y agradable. Muy guay tu post!
17 mayo, 2014
blogdeunacazachollos
A mí también me ha recordado a mi infancia…yo jugaba a pisar sólo las baldosas negras o sólo las baldosas blancas dando saltitos…seguro que mas de un@ hacía lo mismo;)…