
Hay algo misterioso e inmensamente atractivo y evocador en la arquitectura decadente. Me despierta como una especie de impulso irrefrenable que me hace mirarla y deleitarme en ella. Creo que hasta las ruinas más ruinosas pueden ser pura poesía; y creo, también, que esta intrigante sensación nos engancha a muchos. De ahí que desde siempre el ser humano haya imaginado y fantaseado con escenarios post-apocalípticos, con espacios abandonados a la fuerza tras un hipotético fin del mundo y con cómo estos serían con la presencia de absolutamente nadie. Que se lo digan si no a la factoría Hollywood.
Pues bien, de esa «adicción» nace la obra que hoy os traigo. Creada por Lori Nix y Kathleen Gerber, da respuesta a estas fábulas y, en mi opinión, de la forma más bella posible. Las artistas han diseñado (¡con sus propias manos y en miniatura!) una treintena de paisajes urbanos en este contexto que luego (sólo cuando los dan por terminados tras ponerles todo tipo de detalles) fotografían. El proceso de creación de cada uno lleva de 7 a 15 meses de duración y el primero de todos lo hicieron hace ya más de una década.
Resultan fascinantes nada más verlos y todos tienen, al margen de sus diferencias, una misma cosa en común: la forma en que la naturaleza va recuperando terreno e invadiendo y colonizando cada edificio, cada escenario, cada arquitectura en cuestión.
¿Sentís vosotros la atracción de lo decadente?
27 julio, 2016
NikaandRod
Hmmmm, me recuerdan a la Cumbre Escarlata (la peli). Salí absolutamente enamorada de esa casa…
27 julio, 2016
Bea Atienza
Cierto! La verdad es que este tipo de estética engancha mucho…
29 noviembre, 2018
Sara
Muy bello como escribes, me encantan tus palabras.
29 noviembre, 2018
Bea Atienza
Muchas gracias Sara! 🙂 Me alegra mucho que te guste leerlas.
Un abrazo.