El estilo o la personalidad de una casa puede llegar a nacer del detalle más pequeño que nos imaginemos. De algo que llame especialmente nuestra atención, que nos atrape a primera vista y que, al final, sea lo que acabe marcando el ritmo dentro de nuestra vivienda entera. ¿Nunca os ha pasado? Puede suceder con una imagen, con un cuadro o incluso con una lampara. Y también, por qué no, con una baldosa. Con esa pieza (normalmente de cerámica) que lleva con nosotros tantos siglos… y que ha sabido adaptarse muy bien a los tiempos…

Hoy os dejo estos ejemplos de cómo las baldosas, que llegaron a Europa cuando los árabes invadieron España, pueden ser lo más especial y fantástico de una sala o de un espacio. Éstas, en concreto, están inspiradas en el estilo noruego, francés, español, holandés y portugués de hace más de 150 años. ¡Perfectos para los amantes del estilo vintage!

 

  

(Ver más baldosas de este tipo)

4 Comments

  • 13 junio, 2012 Responder

    Sonia

    Me ha encantado el post de hoy, son preciosisisimas esas baldosas!! me gustan toooodas las imagenes jeje.

    • 13 junio, 2012 Responder

      Bea Atienza

      Me alegro, Sonia! A mí también me lo parecen! Un abrazo!

  • 14 junio, 2012 Responder

    María Vázquez

    Me he quedado muy sorprendida. Qué pavimentos tan fantástcos. Ellos sólos decoran cualquier estancia.

    Un saludo.

    María

    • 14 junio, 2012 Responder

      Bea Atienza

      Si.. son suelos preciosos, la verdad. Poco más hace falta…

      Un abrazo.

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