Echando un vistazo a los trabajos del estudio de arquitectura Ohlab he descubierto este concepto de oficina improvisada que me ha parecido muy interesante. Es lo que se llama un Pop-up Office, que tal como se instala se desinstala, y que han ejecutado en Palma de Mallorca. ¡Vamos a descubrirlo!
El estudio ha seguido una estrategia de guerrilla para modelar este espacio. Además de temporal e improvisada, esta oficina es reutilizable, eficiente y optimiza todos los recursos que tiene a su alcance.
Es una propuesta pensada para un espacio sin aparente atractivo, el sótano de un almacén eléctrico, que con unas cuantas intervenciones ha pasado a convertirse en una oficina completa, funcional y con look industrial muy sugerente.
En el proceso de creación se han demolido algunos tabiques, se ha desmontado el falso techo y se han dejado las instalaciones antes inutilizadas a la vista. También se ha rascado el gotelé existente en paredes, pilares y la escalera de acceso. El suelo se ha pintado con poliuretano blanco satinado y se han colocado quince puntos de iluminación (casquillos con bombillas de incandescencia transparentes) no alineados y a diferentes alturas. Las lámparas de salón se han reservado para la zona de descanso y de reuniones.
La zona de trabajo se ha organizado con mobiliario modular de USM lacado en negro y en la zona de descanso y de reuniones se han reutilizado piezas de mobiliario y de arte del propio cliente. Aquí os dejo el plano de planta de la oficina y varios de los alzados previos a la ejecución del proyecto.
14 febrero, 2013
Harmony
Bravo!!! Me encanta
Bss
16 febrero, 2013
Bea Atienza
Interesante, verdad? Un abrazo.
23 febrero, 2013
Atitana
Para algo tan agobiante como un sótano, me encanta el resultado, diseño y serenidad
23 febrero, 2013
Bea Atienza
Totalmente…