
Pickled. Cantina creativa y agencia culinaria. Así se llama este pequeño y tranquilo local de París que ha sido uno de los últimos espacios públicos que me han cautivado por su decoración. Y digo por su decoración, porque todavía no he tenido el placer de que me gane por el paladar. El motivo: pues que personalmente no he estado. Se trata de uno de esos descubrimientos y recomendaciones con las que una topa por Internet y que, automáticamente, engrosa la lista de lugares que visitar cuando vuelva a la capital francesa. Su menú (completamente natural, cuidado y variante cada semana) es un buen motivo para ello, pero su estética y atmósfera… ¡casi más! Al menos para mi. 🙂
Con revestimientos casi sin tratar y con una decoración tan sencilla y natural, la atmósfera lograda no puede ser más slow. Al más puro estilo Kinfolk, vaya. Los muebles de madera y contrachapado, junto con alguna mesa de formica, combinan a la perfección con la solución de rejilla sobre la que se ha dispuesto utensilios y elementos decorativos. Las plantas dan un toque natural, los cables vistos de las luminarias un look más industrial y la confección y tejido de las cortinas un efecto boho y casual. Parece que nada está pensado y premeditado cuando, en el fondo, lo está todo.
¿Os ha gustado? ¿Qué os parece su decoración? (Via. Fotos Hélène Pinaud y Julien Schwartzmann)
7 junio, 2017
Littlefew
Me ha encantado Bea!!! Es una maravilla!!! 🙂
Feliz semana guapa!!!
Laura
7 junio, 2017
Bea Atienza
Muy de tu estilo también, Laura.
Feliz semana para ti también.
Besos.
7 junio, 2017
enmanuel
Muy bonito, diferente y fresco…he invita al relax. Acertado.
7 junio, 2017
Bea Atienza
Transmite mucha paz, ¿verdad? Que no suele sobrar hoy en día.
Un abrazo.