Proyecto de estilo nórdico en el que se ha buscado potenciar la luz lo más posible y adaptar el espacio a los gustos y aficiones de su dueña: una chica de 19 años, apasionada por la moda y las pasarelas.
Una familia de Bilbao se puso en contacto con nosotros para que renováramos por completo la decoración del dormitorio de la hija, una chica joven, de 19 años, cansada del look que hasta ahora había tenido su habitación. Tan sólo nos pusieron un condicionante: que mantuviésemos sin cambios el armario exento con el que ya contaba el cuarto. Éste fue el esquema de plano (junto a varias fotos) que nos hicieron llegar:
Una vez estudiado a fondo el espacio y el cuestionario que nosotros le hicimos llegar y que la joven completó y reenvió, nos pusimos manos a la obra. Diez días después le hicimos llegar un dossier completo con nuestra propuesta. Ésta:
En este caso, no se pudo modificar la distribución del dormitorio debido a la situación del armario exento que tuvimos que mantener. Sus dimensiones, en relación a las del dormitorio entero, hacían imposible situarlo en una zona distinta con lo que decidimos que la colocación del resto de piezas se adaptara a él.
Según los gustos y preferencias de la joven, y ya que Bilbo es la ubicación de la vivienda, decidimos que un aire nórdico impregnara el estilo del dormitorio. Nos decantamos por unos tonos claros (el blanco, la madera y una gama de varios grises y algún azul) para potenciar lo más posible la luminosidad de todo el espacio. En los textiles extendimos la misma idea y le propusimos dar un punto divertido, colorido y de tendencia con un cojín Union Jack…
Otra de las propuestas para dar un cambio radical al dormitorio fue la creación de un cabecero único y personal para la cama. Una franja de pintura gris con unas circunferencias en blanco que dan dinamismo y frescura al espacio y arropan de una manera más creativa y juvenil la zona de descanso.
En la pared enfrentada al cabecero, con el objetivo de compensar el peso visual y ya que la joven es una verdadera apasionada de la moda, le propusimos crear su propia pasarela. Una zona dónde poder colocar sus imágenes y fotos de diseño favoritas pudiéndolas cambiar y renovar frecuentemente si quiere. Para lograr esto, le propusimos dos ideas. La primera: crear un mosaico a base de clipboards (las típicas carpetas con pinza) y enganchar en ellos todas esas imágenes…
Y la segunda: sustituir esos clipboards por varias estanterías especiales para cuadros dónde colocar distintos marcos con sus imágenes…
Estas dos opciones arriba abocetadas, se le trasladaron así a modo fotográfico:
Y en cuanto al mobiliario, se escogió por su sencillez y pureza. Todo en tonos blancos con algún toque de madera y acompañado de bastantes complementos y accesorios que completan y dan calidez al diseño.
Ésta es la propuesta que le hicimos llegar a esta familia de Bilbao junto con una guía de tiendas completas dónde adquirir cada una de las piezas. ¡Esperamos que os haya gustado!