¿Tenéis en casa puertas correderas o estáis pensando en instalarlas? ¿Creéis que son la mejor opción para vuestra vivienda y vuestra familia? En el plano teórico suenan muy bien, resultan atractivas y pueden resolveros algunos aspectos de una reforma, por ejemplo. Pero en el plano práctico, si no se han tenido en cuenta todas sus características y condiciones, pueden acabar resultado un verdadero fiasco y hasta un problema para la convivencia. Por eso, hoy, para ayudaros a elegir y acertar con ellas, os hago un repaso a sus pros y sus contras. Estas son las ventajas e inconvenientes de las puertas correderas que os recomiendo tener en cuenta antes de elegirlas:

Ventajas de las puertas correderas

  • Son la alternativa cuando una puerta abatible no funciona. Esto sucede, a veces, en aseos muy pequeños dónde literalmente no hay espacio para abatir una puerta estándar ya que esta choca con un lavabo o un inodoro, por ejemplo. En estos casos, la única opción será la puerta corredera.
  • Aprovechar el espacio que ocupa una puerta abatida. En determinadas estancias dónde sea necesario aprovechar cada centímetro, una puerta corredera puede ayudarnos. Por ejemplo, en una despensa que tenga una puerta corredera podremos acceder sin problemas a los espacios de almacenaje que haya a ambos lados del vano de acceso. En cambio, con una puerta abatible tendremos que cerrarla una vez hayamos entrado para poder alcanzar lo que queda detrás de ella.
  • Continuidad visual. Las puertas correderas ayudan a fusionar visualmente dos espacios haciendo que el todo parezca más amplio y grande cuando éstas están abiertas. Ahora bien, para que esto sea así, las puertas correderas deberán reunir unas características concretas: tendrán que ser más anchas de lo habitual, incluso dobles, y también más altas, además de llegar hasta el techo siempre que sea posible. De lo contrario, la sensación no será diferente a la que logramos con una puerta abatible cuando se deja abierta.

Inconvenientes de las puertas correderas

  • Menos aislamiento. Las puertas correderas no son igual de estancas que las puertas abatibles. Esto quiere decir que no nos aíslan con la misma eficacia ni del ruido, ni de las temperaturas. Por tanto, antes de instalar una puerta corredera, os recomiendo que os hagáis estas preguntas: ¿estáis dispuestos a asumir la pérdida de intimidad y privacidad que conllevan? ¿queréis oír los ruidos, por ejemplo, de una lavadora o los biológicos que se generan en un baño?… En definitiva, que antes de que os decantéis por las puertas correderas, es conveniente que penséis muy bien en vuestras necesidades y en vuestro estilo de vida.
  • Menos cómodas en el uso. Por raro que os suene, os aseguro que el gesto que tenemos que hacer (arrastrar) para abrir una puerta corredera es menos intuitivo y ergonómico que el que requiere (tirar/empujar) una abatible.
  • Ahorro de espacio en según que casos. Tened en cuenta que, al final, el espacio que una puerta abatible ocupa al abrirse es el mismo que necesitaréis vosotros para entrar, con lo que, al final, -y salvo en casos extremos como los mencionados en la lista de ventajas- no se gana tanto espacio con una corredera. Además (y esto es muy importante tenerlo también en cuenta), las puertas correderas empotradas o embutidas necesitan de tabiques más gruesos. Es decir, que lo que se gana evitando el abatimiento de una puerta, se pierde teniendo que engrosar de 5 a 10cm el tabique en el que se instala una corredera.
  • Paredes adyacentes sin uso. Las paredes en las que las hojas o la hoja de la puerta corredera se empotre, habrá que dejarlas libres de accesorios, instalaciones o cualquier elemento colgante. No resisten grandes cargas, ni están habilitadas para albergar cableado en su interior. Este factor, que a veces pasa desapercibido, puede que también os ayude a elegirlas o descartarlas.

Y vosotros, ¿qué experiencias tenéis con las puertas correderas? ¿Os gustan mas o menos que las abatibles?

3 Comments

  • 20 enero, 2019 Responder

    enmanuel

    Me he quedado sorprendido… tienes mucha razón . no siempre tiene beneficios la puerta corredera. gracias por la lección y un abrazo.

    • 20 enero, 2019 Responder

      Bea Atienza

      Me alegra que te haya resultado útil, Enmanuel. Son una buena solución en muchas ocasiones, pero hay que tener muy claro es qué necesidades tenemos en casa.

      Un abrazo!

  • 27 marzo, 2019 Responder

    lectora60

    Tengo instaladas dos puertas correderas. Una que cierra la cocina y el baño, es algo incomoda pq el no cerrar completamente el baño está más sucio de lo normal, pero una batiente no me daria holgura para entrar en el baño, tal vez una plegable con dos hojas hacia adentro, me vendría mejor, pero es un gasto extra en este momento. La otra puerta corredera es la de la ducha, que corre paralela a los muretes que la separa del resto del baño.
    Pueden parecer demasiadas puertas para una misma estancia pero una mampara normal en la ducha no podía ponerla y las cortinas no me gustan.

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