Os traigo hoy otro post que ya tenía ganas de mostraros: el lavado de cara decorativo que le hemos dado al salón de este piso de Madrid a través de nuestra asesoría en decoración e interiorismo. La misma vivienda, por cierto, en la que reformamos en su día el baño y la cocina. Pues bien, en este caso hemos pretendido -como quería la propietaria- dotar al espacio de una mayor sensación de amplitud sin haber cambiado ni un ápice su estructura formal y potenciar la iluminación natural lo más posible. Ello, añadiendo detalles de color que dieran un punto más dinámico a la atmósfera y conservando el máximo aceptable de los muebles y piezas que ya tenían.

Siguiendo estas líneas básicas se ha conservado de la propiedad el sofá chester (que se ha retapizado), la mesa de comedor clásica (de herencia), las dos sillas Ghost, la librería central de madera y tres de los elementos decorativos de las paredes: las pinturas azules del artista andaluz Andrés Alcántara y el reloj de grandes dimensiones. Como nuevas piezas incorporadas caben destacar, sobre todo, las dos sillas estilo Eiffel de los Eames que completan la zona de comedor y la estupenda mesa de centro inspirada en el diseño en roble de Noguchi. Estos nuevos fichajes los hemos conseguido a través de la tienda online de mobiliario y decoración Sklum, que cuenta con una gran variedad de piezas inspiradas en los clásicos del diseño.

El objetivo ha sido que este mix de elementos, sin ser excesivos en número, mariden y contrasten entre sí en el mismo porcentaje. Personalmente me encanta el conjunto formado por la mesa de comedor antigua de madera y la forma en la que esta luce junto al material y acabado de PVC blanco de las sillas y el metacrilato de las otras. Un jarrón con hojas de palmera XXL pretenden ser la guinda del pastel en esta zona.

La zona de estar, por su parte, además de funcional y cómoda ha buscado añadir otro punto de elegancia a la estancia. El chester es una joya decorativa en sí misma que encaja como anillo al dedo con la mesa de centro con sobre de vidrio templado y patas de madera de roble de Sklum. Con los textiles (tanto cojines, como cortinas y alfombra) se añade ese otro punto de color juvenil, divertido y dinámico buscado. La librería de madera pintada en color blanco es el fondo perfecto para resaltar la gran cantidad de libros con los que cuenta la propietaria, así como el tono blanco y crema de las paredes (la principal panelada con listones verticales de  madera que potencian aún más la altura del techo) y la tarima de roble con pátina grisácea del suelo.

¿Qué os parece el resultado? ¿Os gusta?

P.D. La transformación de la cocina de esta casa.
P.D2. La transformación del baño de esta casa.

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6 Comments

  • 24 julio, 2017 Responder

    enmanuel

    ¡¡¡Fantabuloso…( fantastico y fabuloso). Me ha gustado la eleccion de los colores y elementos. Un ambiente eclectico que invita al relax. enhorabuena. no dejo de aprender contigo. feliz lunes.

    • 24 julio, 2017 Responder

      Bea Atienza

      Pues me alegra muchísimo que te haya gustado Enmanuel! Y tus palabras me halagan!
      🙂

  • 30 julio, 2017 Responder

    Alde

    Es fabuloso lo que estáis haciendo en ese piso.

    • 30 julio, 2017 Responder

      Bea Atienza

      Muchísimas gracias Alde! Nos alegra que te guste. 🙂

  • 5 agosto, 2017 Responder

    Isabel

    Me encanta, os quedo precioso.
    Un biquiño

    • 6 agosto, 2017 Responder

      Bea Atienza

      Muchas gracias Isabel.
      Un abrazo!

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