Como ya es primavera… ¡la tan añorada primavera!… me he levantado con ganas de ver y mostrar imágenes cargadas de color. No uno, ni dos… ¡si no muchos más! ¿Y qué se puede decir de los colores?… ¡Pues que alegran el día y la vida! Y que tienen la capacidad de afectar, mucho más de lo que imaginamos, a nuestro estado de ánimo y a nuestra percepción…
Hay toda una teoría psicológica detrás de ellos, los colores, y la Escuela de la Gestalt, por ejemplo, se ha encargado de estudiarla a fondo. Por eso, usarlos bien y acertadamente resulta tan importante en el mundo del diseño de interiores. Yo, de momento, os diré a muy grandes rasgos que los colores cálidos (rojos, naranjas, amarillos…) acercan distancias y hacen que los espacios parezcan más pequeños. Y por el contrario, los colores fríos (azules, violetas oscuros, verdes…) alejan y hacen parecer a los espacios más grandes…
Y también os diré que esta forma de clasificarlos (fríos y cálidos) nada tiene que ver con el color como fenómeno físico. Éste es un proceso muy complejo en el que la luz juega un papel fundamental y del que se derivan estos conceptos básicos, esenciales de conocer, para jugar intencionadamente con las tonalidades en cualquier espacio:
– Colores primarios: rojo, azul y verde y se denominan así porque no pueden obtenerse de la mezcla de otros colores. En cambio, combinados entre ellos dan lugar a todos los colores del espectro.
– Colores secundarios: magenta, cian y amarillo, que se emplean para la reproducción gráfica de cualquier color y que en términos lumínicos nacen de la combinación a dos de los primarios. (Rojo + azul = magenta / azul + verde = cian / verde + rojo = amarillo)
– Colores complementarios: los colores secundarios son complementarios de los primarios. El magenta es complementario del verde, el cian del rojo y el amarillo del azul…
Dicho y sabido esto, hay que señalar que siempre que en un interior queramos crear grandes contrastes, grandes llamadas de atención y romper la sensación de conjunto, deberemos combinar colores que sean complementarios entre sí porque ambos tienen la capacidad de «entrar en conflicto» y atraer las miradas en la misma proporción e intensidad. Y por el contrario, si preferimos un ambiente más relajado, de menos llamada visual, usaremos una misma gama cromática evitando sus complementarios.
Aquí dejo esta pequeña pincelada de lo que se conoce como teoría del color (la cual os invito a investigar más, pues es realmente interesante) para que sigáis disfrutando de espacios… ¡a todo color!
Si os parece, durante las próximas semanas, iré trayendo al blog distintos tipos de espacios dónde un color o dos por separado acaparan todo el protagonismo y nos lanzan distintos mensajes, emociones y sensaciones. Porque, de hecho, ya lo decía Le Corbusier (ese grande de la arquitectura y el diseño): «el color, lejos de no tener más que un simple papel decorativo, es productor de espacio confiriéndole una nueva dimensión. Contribuye a la definición de un lugar arquitectónico y a la creación de ambientes».
10 abril, 2013
Decora y Diviértete
Me parece un post muy bueno sobre los colores, parece mentira lo que pueden influir los colores sobre nuestros ánimos y el poder que tienen a la hora de cambiar cualquier decoración ,simplemente cambiando el color de la pared , parece una habitación totalmente nueva. Este es un tema que es fascinante.
Bssss
Montse
10 abril, 2013
Bea Atienza
Te doy toda la razón Montse. Es muy interesante el mundo del color y su capacidad de influir en nosotros. En las próximas semanas os propondré ir viendo color por color… Espero que también te gusten! Un abrazo.
12 abril, 2013
VIOLETA
ESTOY VIENDO CON MI ABUELA ESTE POST QUE LE HA ENCANTADO. AHORA ME DICE QUE QUIERE CAMBIAR SU CASA CON COLORES MÁS LLAMATIVOS.
12 abril, 2013
Bea Atienza
Jejeje… Pues me alegro! Nunca es tarde para dar un cambio a nuestra casa! Un abrazo.
20 mayo, 2015
ALMA LUCIA CALDERON GONZALEZ
ojala te guste algo