Quedamos en… ¡un hotel glamouroso!

Un mes más  llega la cita bloggera «Quedamos en…», la que -como sabéis quienes seguís frecuentemente este blog- nos reúne virtualmente y con esta frecuencia a un grupo de apasionados de la decoración y el diseño en espacios y rincones espectaculares de todo el mundo. En esta ocasión, ¡en un hotel!. A mi me ha apetecido apostar por, exactamente, 4600 metros cuadrados de glamour lleno de contrastes e iconos y una majestuosidad bien llevada. Ambos conceptos son la insignia del Hotel Vincci Gala de Barcelona, reformado y diseñado por el estudio TBI- Architecture & Engineering bajo las directrices, en el área de interiorismo, del arquitecto Gregor Mertens, con quien -además- he podido conversar (bueno, mejor dicho «mail-ear» si me permitís la expresión) sobre el proyecto. ¡Adelante!

Cuatro estrellas, 78 habitaciones, restaurante, sala de reuniones, diferentes terrazas… A todo ello da la bienvenida la impresionante escalinata de este palacete de 1900 en el que se alberga el hotel. Al tratarse de una joya arquitectónica, como explica el propio Mertens, “la fachada antigua se tenía que conservar, al igual que la gran escalera en mármol blanco”. La remonta de tres plantas que se ha proyectado está formada en el exterior por un muro cortina, con un telón delante, que parece una malla de chapa estirada de color dorado. Esto, insiste el arquitecto, “crea una fachada nueva, moderna, dinámica, con composición de aberturas y en contraste con la fachada antigua”.

El corazón del proyecto es el atrio de luces que comunica las siete plantas y permite llevar luz natural al interior del edificio y hasta el vestíbulo en la planta baja. «Antepuestas a las barandillas penden a modo de gran velo unas cadenas de aluminio dorado. Un dibujo de líneas oscuras, integrado en la malla de las cadenas e inspirado en las formas orgánicas de la obra de Dalí enfatiza la directriz vertical del espacio y fusiona visualmente los diferentes tramos en un único gran espacio, caracterizado por la superposición de luz, transparencia, textura y el color dorado», relata el arquitecto.

En cuanto a las habitaciones, casi todas ellas responden al mismo criterio de distribución. Un elemento de madera laminado de color antracita oscura en forma de “Z” integra cabecero, armario y revestimiento de pared. Y las tonalidades doradas así como los tonos crudos y grisáceos, combinados con la iluminación indirecta, crean un entorno cálido y elegante.

El contraste (entre colores, texturas, sensaciones y épocas) es -en general- la columna vertebral del Hotel Vincci Gala, cuyo nombre ha sido elegido -por cierto- por votación popular y hace referencia a Gala, la musa y compañera de Dalí. La relación entre ambos como pareja dispar, extravagante y surrealista, ha sido determinante para la idea del proyecto. Por eso, subraya Mertens, “hemos trabajado tanto en el interior, como en el exterior, con aplicaciones y tonos en negro y dorado, con luces y sombras y combinándolo con formas orgánicas. El objetivo ha sido dotar al espacio de ese toque extravagante y elegante a la vez, como hacía el genial pintor”.

Algo que el estudio TBI también ha conseguido plasmar en el bar del hotel: es la fusión perfecta entre lo moderno y lo antiguo, lo elegante y lo casual. Para lograrlo se ha trabajado, entre otros materiales predominantes en todo el hotel como el metal y los mármoles de la arquitectura original, con corian en su tonalidad Deep Nocturne, que hace destacar la zona de la barra principal.

Pero además de la estética y el diseño, el sentido práctico también ha estado muy presente en esta zona sumamente transitada, dice Mertens. “Es una superficie que debe, además, estar lista y preparada para soportar todo tipo de líquidos, manchas y un ajetreo y actividad constante”.

Al igual que el resto de espacios comunes que plagan un edificio con tanta personalidad, carácter y fuerza.

Hasta aquí el alma y la esencia de un proyecto de arquitectura e interiorismo completo que se ha resulto con tanto éxito. Pero además, cabe destacar que el despacho TBI también se ha encargado de la iluminación y el diseño gráfico, con lo que se ha conseguido un diseño completo y homogéneo hasta el último detalle. ¡Deseando estoy ya pasar alguna noche en este increíble hotel o, al menos, hacerle una visita! Es uno de los obligados cuando vuelva a Barcelona. Si alguno quiere hacer lo propio, aquí va la dirección: Hotel Vincci Gala. Ronda Sant Pere 32, Barcelona.

(Fotos José Hevia)

Y ahora, os dejo de huéspedes por el resto de hoteles que traen los compañeros. ¡Seguro que os gustarán!

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