Así es este color: el que domina en un conjunto sobre cualquier otro. Jamás se subordina. Es el tono de las emociones, del ardor, de la pasión y de la fuerza vital. Decorar en rojo es decorar con valentía, aunque si nos descuidamos puede llegar a ser enervante con mucha facilidad…
El rojo es el color más cálido y fuerte del espectro. Es puro, primario, y como tal, da lugar con su mezcla al resto de tonos de la paleta cromática. Atrae la mirada instantáneamente y avanza hacia el observador en todos los espacios. Por eso, para la mayoría, resulta excesivo y sobrecogedor en salones y habitaciones bien iluminadas. En cambio, se adapta mejor en espacios más restringidos y que reciben menos luz, como baños o comedores puntuales. También en los recibidores, dónde ofrece una agradable sensación de bienvenida…
Los tonos del rojo pueden ir desde el magenta al amapola, pasando por el carmesí, el rojo puro y profundo o el burdeos y el bermejo. En cualquier caso, lo que este color deja claro allá donde se coloca es que él es quien manda. Tiene la capacidad de convertir al resto de tonos de una habitación en elementos secundarios. Por eso, combinarlo y apaciguarlo con blanco siempre es una buena elección y de su convivencia salen ambientes frescos, alegres y modernos. Esta pareja resulta muy recomendable y efectiva para cuartos informales y divertidos, como los infantiles…
En su tono más brillante, el rojo no es fácil de utilizar. Su intensidad y viveza lo hacen áspero y hay que tener cuidado ya que puede invitar a salir pronto de una habitación (¿por qué creéis si no, que es el color corporativo de las cadenas de comida rápida?) No obstante, en una proporción adecuada puede dar ese toque cálido y acogedor que estamos buscando. Además, al tiempo que modifica visualmente las dimensiones de un ambiente, acentúa y enfatiza sus detalles arquitectónicos…
Si en sus tonalidades más puras y vivas, el rojo te da respeto… siempre puedes decantarte por la gama de bermejos o indios. Son matices mucho más suaves y ligeros, adecuados para casi cualquier espacio. Y con el ciruela y el burdeos conseguirás transmitir una atmósfera otoñal.
Por último, decir que los rojos más oscuros, como el borgoña, combinan bien con un azul marino, un verde oscuro, un turquesa, un arena, un oro viejo o incluso un amarillo mostaza.
8 junio, 2013
banana
Hay tendencia a unir el rojo con el negro..que particularmente a mi no me gusta nada. El rojo, a pesar de ser un color difícil creo que tiene más combinaciones de colores con los que combinar.. pero hay que atreverse.
8 junio, 2013
Bea Atienza
Si, el rojo y negro van bien juntos, pero es una combinación bastante dura. Te tiene que gustar. Totalmente. ;P
11 abril, 2015
andrea
me encanto como se convina el rojo con el blanco o el negro es un sueño