
Bien podemos definir así el post de hoy porque la pieza que os traigo, el tocador, es una de las que mejor refleja la historia de la mujer y también la evolución de la sociedad durante los últimos siglos. Es un mueble que nos evoca otra época, que no siempre ha sabido resistir el paso del tiempo y que -desde antaño- se ha asociado a la belleza, sofisticación y poderío social y económico de la familia que contaba con uno entre sus propiedades.
Los orígenes del tocador se remontan, como mínimo, a la civilización egipcia y, de hecho, en algunos museos del mundo se pueden contemplar algunas de estas piezas de entonces. No obstante, será en el siglo XVIII (entre la nobleza francesa de la época y sobre todo en la corte de Luis XV) cuando los tocadores se convirtieron en verdaderas obras de arte y piezas primordiales en cualquier dormitorio de alto nivel. Con la industrialización, eso sí, este mueble empezó a llegar también a las clases medias. De ahí, que sean muchas familias las que actualmente conservan alguno de herencias o generaciones anteriores…
Entonces, hace más de doscientos años, estas piezas cobraron también una especial relevancia porque en su interior guardaban las joyas y abalorios de las mujeres. Esto convirtió a los tocadores en diseños esencialmente femeninos que robaron el protagonismo a las piezas de este tipo que también existían para hombres: las barberas. Por ello, pocos muebles han representado de una forma tan fiel la sofisticación y la ostentación asociada a las señoras de entonces que, eso sí, sólo una pieza consiguió después eclipsar: el lavabo y el aseo en general. Los avances médicos y en higiene del siglo XIX llevaron al tocador al declive y desde entonces esta pieza no ha vuelto a alcanzar la misma popularidad. A día de hoy, es -sobre todo- una pieza para las más románticas que cumple una gran función decorativa y que, si os fijáis, casi siempre nos recuerda a las décadas de su apogeo…
De corte clásico, romántico o algo más moderno… lo que está claro es que un tocador en casa sigue dando cierta distinción a la estancia, ¿no os parece?
27 junio, 2013
Rocio de Casa Haus
Pero qué bonitos!!!! Definitivamente evocan a tiempos anteriores, pero cómo se antojan… yo, que tengo mi casa bien chiquita, no tengo espacio para uno… pero estaría ideal!
PD Tengo sorteo en el blog, por si te quieres apuntar 😉
27 junio, 2013
Bea Atienza
Cierto Rocio. En casas pequeñas es lo que pasa… pero son tan ideales…
Y sí, me pasaré por tu blog corriendo! Un beso.
27 junio, 2013
eneritz
El tocador queda precioso en todos los estilos!!! Muy chulo!!
27 junio, 2013
Bea Atienza
Totalmente de acuerdo contigo Eneritz!
2 julio, 2013
Stylohome
Fantástico post que hemos querido compartir con nuestros seguidores en Facebook. Enhorabuena y saludos !!!
2 julio, 2013
Bea Atienza
Muchas gracias!!! Me alegra que os guste y que lo compartáis… Gracias! Bss.