¡A mi me encantan! Son acogedoras e íntimas, casi como refugios naturales. Además, ofrecen un gran aislamiento del resto de la casa y se convierten en espacios perfectos para inquilinos, miembros de la familia que necesitan más independencia o también para zonas de trabajo o salas estar…
Reformar una buhardilla y acondicionarla para alguno de los muchos usos que se le puede dar es un acierto garantizado. Pocas obras en el hogar son más populares y ofrecen resultados con tanto carácter y valor estético.
A la hora de amueblar una buhardilla no está de más optar por algunas soluciones que realcen aún más la singularidad de su espacio. Por ejemplo, utilizar la zona que hay bajo los aleros (dónde el tejado desciende hasta encontrarse con el suelo) como lugar de almacenamiento. Pon una fila de armarios, cajas, cajones…
Una gama decorativa clara (en blanco o colores naturales) y un ambiente desahogado conseguirán realzar aún más la sensación de espacio. El contraste puedes conseguirlo a través de los textiles o con alguna superficie como las vigas de madera, paredes al natural, etc.
Además, las buhardillas son las zonas perfectas para vivir con poca altura. Colocar colchones sobre el suelo o sobre plataformas bajas, disponer de una zona de cojines de suelo o colocar mesas bajas… ayudarán a mitigar la sensación de escaso volumen y altura.
Y teniendo en cuenta todos estros trucos ya sólo queda elegir el ambiente o función al que quieres dedicar la buhardilla. Para dormitorios (como hemos visto) o cuartos infantiles…
O para que esté la familia al completo…
También, por qué no, para cocinar o para situar una romántica zona de baño…
O reservarla para espacios y rincones acogedores dónde trabajar, estudiar, cuidarse o desconectar…
No hay nada que no se pueda hacer… ¡en una buhardilla!
28 noviembre, 2012
Sonia
a mi personalmente, me encantan las buhardillas, al final me parecen siempre bonitisimas, creo que es pura debilidad jaja
besO!
28 noviembre, 2012
Bea Atienza
Me pasa lo mismo, Sonia! Me chiflan! un beso!
1 diciembre, 2012
Atitana
Las buhardillas son mi perdición…te aislas del mundo..son acogedoras. En Chillarón cuando voy a la buhardilla ¡me encanta! ducharte mirando las estrellas o al monte..leer en esas sillas bajitas de piel o en un futon en el suelo, dormir en ese espacio único como aislado del resto de la casa y ¿porqué no? del mundo. También unen, en la mesa de juego rodeada por amigos, familiares…¡LAS BUHARDILLAS LO TIENEN TODO! UNEN, AISLAN…..
1 diciembre, 2012
Bea Atienza
Yo no lo podría haber dicho mejor!!
3 diciembre, 2012
Rosa
Me encantaría tener una buhardilla, son super acogedoras!!!
5 diciembre, 2012
Bea Atienza
Coincido! ;P