Así es este loft-estudio (que baila al compás entre el estilo industrial y el más puro retro y vintage) del fotógrafo Manolo Yllera. La pureza se lo otorga el color blanco, su gran luminosidad, su amplitud y espaciosidad… y los toques más transgresores los ponen las piezas con las que se ha decorado, cada detalle que viste y completa con total protagonismo cada uno de sus metros cuadrados. ¿Entramos?…
Desde luego, todo él, nos recuerda a los lofts neoyorkinos de los años 80. Es industrial por la gran altura de techos, su espacio diáfano y abierto y también por sus materiales: ventanas recuperadas y algunas de cuarterones, suelos de madera, paredes o revestimientos verticales con acabados de estuco y materiales reciclados para muchas de sus piezas (palés, bobinas de cable, etc)…
Todo ello le otorga al estudio un aspecto bohemio que se potencia más todavía con el mobiliario vintage y retro de los años 60 que destaca en él por encima de todo. Piezas, entre las que también se encuentran algunas mucho más modernas (incluso lacadas) con las que todo el espacio convive en armonía…
Con toques, claro, tan transgresores como éste: una antigua y oxidada bañera exenta que es lo primero que se ve nada más acceder al estudio…
Todo este espíritu se traslada también a las zonas más personales, o de uso más privado del loft, en las que ningún detalle se ha dejado al azar… Por todo ello, a mí personalmente, ¡me fascina este espacio!
Y fin de la visita. ¿Salimos? Yo preferiría que no…
(Fotos del estudio Manolo Yllera)
17 mayo, 2013
Énola
Hola guapa¡¡¡
Me ha encantado¡¡¡¡ Que bonito, es muy, muy especial¡¡¡
Que sitios nos descubres…
Besos
17 mayo, 2013
Bea Atienza
Todo el loft al completo es genial, la verdad es que sí!! Me alegra descubrirte nuevos espacios… porque yo también descubro muchos en Énola!! ;P Un beso enorme!
30 mayo, 2013
eneritz
Muy muy bonito… que pasada.. que tranquilidad da ese ambiente
30 mayo, 2013
Bea Atienza
No te cansarías nunca de moverte por este espacio, verdad? ;P