En la planta baja de un edificio del siglo XVIII del centro de Estocolmo. Es la ubicación de esta pequeña vivienda de una única habitación multiusos, una cocina y un baño. Completamente reformada, se han conservado elementos estructurales como las ventanas con amplios y profundos nichos y la altitud original de los techos. Dos aspectos que amplían la sensación de espacio. Su diseño se ha equilibrado de una forma brillante a través de una paleta de colores neutros y cálidos, que se adereza con pocos muebles pero de alta calidad y muy ligeros en cuanto a estructura y materiales. Las luminarias fantásticamente elegidas aportan un toque de glamour y sofisticación al ambiente final.

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2 Comments

  • 9 septiembre, 2017 Responder

    Marta B.

    Me rechifla hasta el último detalle !

    • 10 septiembre, 2017 Responder

      Bea Atienza

      Pues coincidimos Marta!
      Un abrazo.

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