
Aquí otro de esos apartamentitos (por llamarlos de alguna manera, claro) que ponen a la venta y muestran a través de Fantastic Frank (inmobiliaria de la que os he hablado en otras ocasiones) y que me requete-encanta. Menudo pisito en Estocolmo a medio camino entre lo nórdico y lo industrial, en lo que a estilo decorativo se refiere. Viéndolo podríamos asegurar que su o sus habitantes anteriores (ya está vendido) eran artistas y bohemios, ¿no os parece? La idea de diferenciar una zona de taller contiguo al dormitorio a través de esa división en cuadrícula es útil, además de estética y resultona. El altillo destinado a una segunda cama entre el salón y el baño, otro de los aspectos más destacables de la misma. Las chimeneas típicas escandinavas y la gama de colores y texturas variadas en completa armonía (ladrillo visto, maderas ajadas, grises, blancos y cremas de las paredes…), la guinda del pastel. En resumen: una auténtica cucada con buenas y bonitas ideas para copiar en la que a muchos nos gustaría vivir, ¿verdad?
(Vía)
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