La decoración de esta vivienda no es el motivo que me ha empujado a compartirla con vosotros. Como veis, es un estilo puramente nórdico basado en el uso del blanco-negro y en el de las formas puras a través de piezas de diseño. Sin embargo, el poco atrevimiento que demuestra en este sentido, lo derrocha en otro: su distribución. Ese ha sido el factor por el que me he detenido en este apartamento de tamaño reducido al que resultaría imposible sacarle más partido.

La vivienda cuenta con todas las estancias básicas -salón, cocina, dormitorio, baño- y alguna más – vestidor, despacho y hasta azotea con espacio para un mini-jardín- conectadas entre sí con maestría y aprovechando para ello la altura general de los techos, así como cada una de sus esquinas y recovecos. Se han creado dos alturas y en altillo ubicado la zona de trabajo y unos grandes ventanales que proporcionan la mayor parte de la luz natural que baña todo el espacio.

Además, otro de sus puntos fuertes es que apenas se han empleado tabiques para diferenciar ambientes (tan sólo la zona de noche de la casa, que queda oculta tras puertas correderas) y que, aún así, la sensación de privacidad y separación sigue existiendo. Estas son las claves en las que se basa, a mi entender, su verdadero éxito.

Apartamento nórdico 02

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¿Qué es lo que más os gusta a vosotros de este apartamento? (Vía)

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