Propiedad de Josh y Jenna Densten, de Bicker Design, esta pequeñísima casa de Melbourne es otro de esos ejemplos que dejan patente que lo más importante en una vivienda no es, necesariamente, el número de metros cuadrados con los que cuente. En total, aquí, la familia dispone de 32 (4 metros de ancho y 8 de largo) ¡pero de lo más aprovechados! Ellos mismos hicieron una reforma integral del espacio, planteando de cero la distribución interna y creando una nueva mucho más eficiente y funcional en la que hasta cada centímetro cuenta. Un módulo central hace las veces de tabique parcial divisorio entre la zona de día y de noche y acoge el módulo del baño y la estructura de trabajo de la cocina. A su alrededor se distribuyen la sala de estar y el dormitorio. Con los techos a dos aguas se aprovecha al máximo la altura en el interior y con la paleta cromática neutra que se ha elegido -a base de blanco y una gama suave de rosas- se da continuidad (sin recargar) a todo el ambiente. Cada elemento y pieza integrada ha sido diseñada a medida y el uso de la madera de roble y el ladrillo seleccionado para el suelo (con calefacción radiante) aportan una rica textura al conjunto.

¿Qué os parece? ¿Podríais vivir en estos bonitos aunque pocos metros cuadrados? (Via)

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